Історія Чайник

sábado, 15 de enero de 2011

Diario de Bitácora. Día 5. Epílogo.

Lleno de ira y confusión, dejé de ser yo mismo.
De un solo grito quebré todos los astros celestes, y todo se redujo de nuevo al vacío.
Caí hacia arriba, y hacia abajo, y finalmente me encontré mecido en mis propios brazos, mientras mi yo colosal me cogía cual bebé, y cantaba nanas para dormirme.

1 comentario:

  1. Freud lo habria vinculado a un evidente sindrome de Edipo.

    ResponderEliminar